Mejor imposible. Guadalajara se convirtió en el nuevo líder general de la competencia al ganar (1-3) una nueva edición del Clásico, pero el festejo fue doble, ya que dejó al acérrimo rival ‘moribundo’ y América, en otra tarde desafortunada en que ni la playera conmemorativa de 95 aniversario le dio suerte, tiene un pie fuera de la Liguilla y olor a un fracaso más. 


La especulación quedó en el vestidor y ambos conjuntos trataron de hacerse daño tan pronto sonó la ocarina vislumbrando que no iba a ser un Clásico cerrado ni 'aburrido'. El Rebaño Sagrado ‘pegó’ primero y antes de que el encuentro se asentara, Marco Fabián desbordó por izquierda y metió centro al corazón del área que fue aprovechado por Antonio Gallardo, quien metió cabezazo fulminante.
A la escuadra azulcrema le caló hondo esta primera anotación, pues bajó su ímpetu y lució desconcertado ante la peligrosidad de los ataques del rival que no dejaron de ser una constante. Una jugada de táctica fija dio vida momentánea a los de Coapa en la tarde. Christian Benítez logró ganar por alto y metió remate con la testa certero que batió a Luis Michel tras centro del Rolfi. 
Alfredo Tena festejó airadamente. La octava diana de ‘Chucho’ en el torneo cortó la racha del arquero rojiblanco de 370 minutos sin recibir gol en Clásicos y la parcialidad azulcrema en la tribuna recuperó sus ilusiones de salir con buen sabor de boca del Estadio Azteca, pero pronto fueron cortadas cuando se le vino el mundo encima a Armando Navarrete al cometer un error inverosímil.
Al intentar bajar un centro propiciado de la ejecucuión de un tiro de esquina, los guantes se le hicieron ‘mantequilla’ al arquero de las Águilas, quien soltó el esférico y lo dejó a merced de Marco Fabián que agradeció el regalo marcando la segunda anotación para su escuadra. Pero la némesis americanista sería más profunda, pues pronto les clavarían otra yaga a su orgullo vía Erick Torres. 
La defensa azulcrema estaba perdida en el campo, el cronómetro no había llegado siquiera a los 20 minutos y el ‘Cubo’ aprovechó la displicencia de la zaga y la mala salida de Navarrete tras un desborde por derecha para dar el pase a la red y concretar el 1-3 para su equipo que a la postre fue el marcador final.
El resto de la parte inicial se disputó con menos intensidad, Guadalajara fue más precavido y América sólo tuvo peligro en jugadas a balón parado con dos buenas intervenciones de Luis Michel. En el descanso, Alfredo Tena sacó a Christian Benítez por un golpe en su pierna derecha y a Joaquín Martínez; sus lugares los tomaron Matías Vuoso y Ángel Reyna 
El local intentó carcomer al chiverío en los minutos iniciales del segundo tiempo y tuvo una oportunidad clara para descontar, pero Reyna, solo frente al arco, mandó su remate de cabeza por encima ante la incredulidad generalizada. Los últimos 45 minutos ya no tuvieron las emociones que el público esperaba y los pupilos de Fernando Quirarte apostaron al contragolpe, más cuando Rosinei fue expulsado de forma rigorista.
América terminó ahogado en su poca idea ofensiva y reflejó lo que ha sido toda la temporada entre los mares de la mediocridad. El travesaño los salvó del cuarto, pero la historia ya estaba decretada y Guadalajara saldría con el liderato general del Azteca, con cuatro Clásicos sin perder, pero también con la satisfacción de dejar al borde de la eliminación a su acérrimo rival, aunque matemáticamente aún no está confirmado.

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